El, es seguro por fuera y lleno de temores por dentro… ella, es preguntas por dentro y por fuera, pero aparenta ser de piedra… el saborea cada suspirar, pierde el tiempo, y a la vez lo ocupa con miles de cosas que quiere hacer… ella, nunca tiene tiempo suficiente, y arranca las manecillas para quedarse el tiempo que otros se merecen…
El se enamoro de ella, pero ella no podía seguir engañandolo, y el temor a dejarlo solo, le impedía terminar… el, necesito un tiempo para aceptar su realidad, y la acepto para dejar que se fuera la persona que había conquistado su corazon y a la vez lo había destrozado… se hizo el fuerte, se hundio, y ella, se agarro al salvavidas que le habían lanzado, y se quedo flotando en el agua, mientras el marinero lloraba, hundiendose y fundiendo sus lagrimas con las del agua salada… pasaron mil noches antes de aceptar la derrota que el mismo se había propiciado… mil noches que para ella fueron siete… hasta volver a flote…
Ahora, el camina absorto por el mundo, olvidado, por su paisaje desierto siempre en movimiento, las gafas, cubren sus ojos, y sus labios siguen serios, pero… es diferente… es aún mas serio… parece mas fuerte, o mas protegido… tal vez no sea mas diferente al chico que aparecía absorto al principio del relato… porque sigue mirando el paisaje… absorto en sus pensamientos… y respirando… siempre… respirando…respirando