Cuando una persona está siendo fiel a sí misma y está, por tanto, en su camino, encuentra más fácilmente aquello que necesita. Algunos se lamentan, por ejemplo, de ir a dar siempre con las personas equivocadas, que aparecen en su vida "por accidente", que son siempre el mismo tipo de gente inapropiada, con quienes no se sienten a gusto y que nada tienen que aportarle. No sólo en las relaciones, sino también a nivel laboral y en otras muchas áreas de sus vidas, la mala suerte parece perseguirles hagan lo que hagan. Quien está en su camino, en cambio, está siendo fiel a sí mismo y está mostrando al mundo su verdadero rostro, no un yo falso, por lo que no es extraño que atraiga a un tipo de personas que hacen que se sienta bien y le aporten algo. Por lo tanto, el principal indicador de que no estamos en el lugar correcto es esa sensación de que nada de lo que nos sucede, sea bueno o malo, es adecuado para nosotros y nuestro crecimiento.
